¿Te ronda por la cabeza la duda de «Cómo saber si tengo algún Trastorno de la Conducta Alimentaria»? En ese caso, este artículo puede darte las respuestas que estás buscando.
Y es que sí, hay veces que aunque tengamos toda la información del mundo a nuestro alcance, la duda asalta: ¿estará esto dentro de lo considerado como “normal” o es una conducta asociada a algún trastorno?
Es absolutamente normal que te asalten las dudas. Y más, teniendo en cuenta que nuestra relación con la comida es cada vez más y más complicada.
Antes, hace cientos de años, la comida era nuestro método de supervivencia. Ahora, lleva implícita muchísimos otros elementos: influye en nuestra imagen corporal, la utilizamos en ciclos de alimentación emocional, elegimos mal y nuestro cuerpo reacciona en consecuencia, entre otros.
Por no hablar, como no, de las modas que pueden llegar a obsesionarnos, con términos que seguro que te son familiares como light, zero, superfoods, realfood, keto, detox, etc.
Por todo ello no es de extrañar que nuestra relación con ella se complique cada vez más.
Ya hemos hablado anteriormente de la relación de la comida y el estrés, de cómo nos influyen las creencias e incluso de la importancia de visitar a un psicólogo antes de proponerse adelgazar.
Pero hoy me gustaría compartir contigo algunas reflexiones que puedes empezar a hacer para detectar si tienes algún tipo de trastorno de la conducta alimentaria, y si es así, cuáles son los siguientes pasos a dar.
Pero primero, un poco de teoría para entender todo lo demás.
Señales de alerta de un TCA
Los TCA son afecciones psicológicas que se caracterizan por hábitos alimentarios irregulares o extremos, una preocupación desproporcionada por el peso y la figura corporal, y una imagen corporal distorsionada.
Los más conocidos son la Anorexia Nerviosa, la Bulimia Nerviosa y el Trastorno por Atracón. Sin embargo, existen otros tipos menos conocidos pero igualmente importantes, como el Trastorno de la Alimentación Selectiva o la Ortorexia.
Identificar un TCA puede ser complicado, especialmente en uno mismo, porque muchas de sus señales las tendremos tan interiorizadas que pueden confundirse con comportamientos «normales» relacionados con la salud, el bienestar o la apariencia.
Por ejemplo, la típica conducta de ayunar tras una comida copiosa, ¿se podría considerar parte de un TCA? Lo cierto es que tendríamos que mirar otras muchas variables para dar una respuesta.
Sin embargo, hay ciertas alertas que sí pueden hacerte sospechar de la presencia de un TCA. Aquí te dejo algunas para que puedas reflexionar:
- Tu peso es prácticamente tu prioridad: ¿tienes siempre en mente los kg que pesas? ¿Cada vez que vas a comer algo te planteas cuántas calorías tiene? ¿Te pesas casi a diario, y el número que ves reflejado te afecta durante el resto del día? Es posible que esto sea un indicativo de alarma.
- Tienes hábitos alimenticios desordenados: como por ejemplo, saltarte comidas, comer muy poco, darte atracones o comer de forma impulsiva, hacer un régimen estricto de lunes a jueves y el fin de semana tener excesos…
- Te afectan emocionalmente temas relacionados con la comida: cuando aparecen sentimientos de culpa, vergüenza o tristeza después de comer, hay que prestar atención. También cuando, como veíamos en el primer punto, el número de la báscula (o de talla de ropa) te afectan desmedidamente.
- Has tenido cambios rápidos en tu físico y salud: otro indicativo es la pérdida o aumento significativo de peso en un corto periodo de tiempo, así como los problemas digestivos, alteraciones del ciclo menstrual, jaquecas, fatiga crónica, entre otros.
- Te empiezas a aislar socialmente: por último, otro indicativo de alarma es cuando te descubres tratando de evitar eventos sociales que involucren comida, o cuando haces dieta sin contárselo a nadie, o comes a escondidas.
¿Qué hacer si sospechas que tienes un TCA?
Si te identificas con algunas de las señales mencionadas, el primer paso es reconocerte en estos patrones y ser consciente de cómo están afectando a tu vida.
Sé que es un paso difícil, y que reconocerlo del todo puede llevarte tiempo. Por eso, algo que puede ayudarte mucho es investigar y comprender los síntomas y las consecuencias de los TCA.
Algo que puede ocurrir en estos momentos es que no le des la importancia que requiere, pensando que en realidad lo que a ti te ocurre no es “tan serio” como un TCA.
Sin embargo, mi recomendación es que ante la duda, trates de hablar con un especialista y le cuentes tu caso.
Esto te ayudará a comprender aún más lo que estás pasando, descubrir si lo que estás pasando es un TCA y a sentir el alivio emocional que necesitas para poder continuar.
Piensa que será una etapa en la que habrá desafíos y retrocesos, pero es importante recordar que cada paso hacia adelante cuenta. El apoyo de amigos y familiares también podrá ser determinante.
Además de su apoyo y del tratamiento profesional, algo que puede venirte muy bien es incorporar prácticas de cuidado personal. Por ejemplo, rutinas de noche o de mañana que fomenten la relajación y el bienestar emocional, o practicar actividades como la meditación, el yoga, la escritura, o cualquier hobby que disfrutes y te haga sentir bien.
Sea como sea, si te asalta la duda de Cómo saber si tengo algún Trastorno de la Conducta Alimentaria, ya es una primera pista. Recuerda que la recuperación es un viaje que requiere paciencia, comprensión y mucho apoyo. Si quieres contar con el nuestro, puedes hacerlo.
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