¿Te estás preguntando cómo y cuándo hablar sobre tu TCA?
Es probable que lo hayas llevado en silencio tanto tiempo, y tengas tan perfeccionadas tus técnicas para mantenerlo en secreto, que te cueste ver cómo hablar sobre tu TCA con alguien. Pero en el fondo, sabes que tienes que hacerlo.
Hay algo en ti que te dice que hacerlo se convertirá en un alivio, y sí, es así. Hablar sobre tu TCA es un gran paso hacia tu recuperación, ya que te permitirá tener comprensión y apoyo de alguien externo a ti, una de las bases desde las que poder sostenerte.
Así que si te estás planteando la posibilidad de hablar con alguien sobre tu Trastorno de la Conducta Alimentaria, y en concreto si nunca lo has hecho con nadie, mi recomendación es que lo hagas.
Aunque la decisión de cuándo y cómo hablarlo depende de muchos factores personales, como puede ser tu entorno o tu estado de preparación, hoy quiero compartir contigo algunas pautas generales que te sirvan de guía.
¿Cuándo es el momento de hablar sobre mi TCA?
En esencia, te diría que el momento para hablar sobre tu TCA es cuando te sientas listo o lista.
Y me dirás: “Vale Silvia, ¿y eso cuándo se supone que es? ¿Cómo sé que es mi momento?”
Posiblemente lo sepas cuando tengas un mínimo impulso para abrirte sobre tu situación. Es más, que estés leyendo este artículo es en parte un valioso indicativo.
Eso sí, ten en en cuenta que no encontrarás el momento perfecto que tu imaginación planea, ni podrás decir al dedillo el discurso que has ensayado una y mil veces en tu cabeza.
La buena noticia es que simplemente basta con encontrar un momento de tranquilidad, privado y sin interrupciones, y una persona que te dé seguridad.
Sobre la persona, seguro que tienes alguna en mente con la que podrías hablar sobre ello, alguien de tu confianza que te apoye, como un amigo cercano, un familiar, o si no es así, a algún profesional con el que encontrar un momento de calma y hablar sobre ello.
¿Y qué es lo que tienes que decir?
Puedes iniciar la conversación con un simple y sencillo: “hay algo importante que me gustaría decirte, y es que creo que podría tener un TCA”.
Una vez roto el hielo, podrías compartir cómo te has estado sintiendo, por qué crees que podrías tener un TCA, o cuáles son tus preocupaciones en este momento.
Una buena idea es que tengas claro el tipo de apoyo que buscas en la persona que tienes enfrente. ¿Quieres que te escuche? ¿Que te ayude a buscar un profesional? ¿Que te apoye durante el tratamiento?
Ten en cuenta que las reacciones pueden variar, y que no todo el mundo puede entender de inmediato lo que estás pasando. Eso no es necesariamente malo, por eso lo ideal es que te anticipes y vayas a la conversación con toda la información posible con la que explicar tu experiencia.
Si hablar te resulta intimidante o te cuesta muchísimo expresarte así directamente, puedes escribirlo en una nota. Eso te ayudará a explicarte sin la presión y los nervios del momento, organizar tus pensamientos, y también le dará a la otra persona un tiempo extra con el que procesar la información.
Sea como sea, es crucial que mantengas la calma, y una vez iniciada la conversación, compartir abiertamente cómo te sientes y todo lo que estás pasando. Y aunque evidentemente no tienes que tener todas las respuestas o explicarlo todo perfectamente, es importante que te expreses.
¿Y después?
Una vez transmitida la noticia, mi recomendación es que priorices tu bienestar. Compartir tu experiencia es valiente, y tú debes ser lo primero siempre.
Me explico. Como te decía un poco más arriba, no puedes prever las reacciones de los demás. Hay personas a las que les caerá como un jarro de agua fría y no sabrán cómo reaccionar, otras a las que les costará procesarlo, otras que no sabrán qué hacer o qué decir y necesiten tiempo para informarse más, y otras que lo entenderán desde el minuto 1.
Las reacciones de los demás no están en tu mano, pero sí lo está tener paciencia y mirar hacia adelante buscando los siguientes pasos. Uno de ellos puede ser pedir cita con un especialista de TCA para que puedas empezar a recuperarte.
Si sientes que la persona en la que has confiado no entiende tu situación, siempre puedes optar por hablar con otra, o directamente con un profesional.
Enfrentar un TCA es un camino lleno de desafíos, pero créeme: llegar a la meta merece la pena. Por eso, apoyarte en una persona de confianza puede ser un faro en la oscuridad que te permita sostenerte y avanzar.
No subestimes el poder de una conversación que aunque a priori te parezca incómoda (incluso la más incómoda que hayas podido tener hasta ahora) puede ser el primer paso para que vuelvas a estar bien.
Y recuerda, si no tienes con quien hablar, puedes contar conmigo. Escríbeme aquí de forma privada.
Te mando un abrazo enorme.
Deja una respuesta