TCA y verano no se llevan aparentemente demasiado bien. O eso es lo que tal vez pueda parecer inicialmente.
El calor, el salir de la rutina, las terrazas, la playa o la piscina, el cambio de vestuario… Todo lo que implica esta época puede desencadenar en una respuesta emocional que puede desestabilizarnos.
Por eso, en este artículo me gustaría darte unas pautas para que esta época te resulte menos estresante y tensa.
Cómo enfrentar el verano con un TCA
El verano es una temporada difícil para las personas que padecen anorexia, bulimia, atracón, vigorexia u otros TCA.
No quiero entrar en detalles ahora de las razones, porque posiblemente ya tengas más que claras cuáles son.
En lo que sí me gustaría detenerme es en qué está en tu mano para hacer más llevadera esta temporada.
Y la primera de las cosas de las que quiero hablarte es de la importancia de tener rutinas.
Trata de adaptar tu rutina diaria en verano para que sea lo más parecida posible todos los días, y que tenga espacios de autocuidado y consciencia.
En este sentido, es muy importante que trates de planificar y seguir lo más que puedas tus ingestas y sus horarios, así como vienes haciendo el resto del año.
Puedes adaptar tu menú con platos fresquitos, e incluso transportables si tienes planeado ir a la playa, piscina o allá donde vayas.
Dentro de tu planificación, ten en cuenta también tus tiempos de descanso y actividades que te apetezca hacer y te conecten contigo.
Es importantísimo: date el permiso de prestar atención a tus propias necesidades, incluso cuando éstas supongan bajar a la playa cuando te apetece y descansar cuando lo necesites.
Todo esto tiene el objetivo de que puedas mantenerte lo más estable emocionalmente posible.
Si intentas mantener un horario establecido en verano, podrás empezar a darle más protagonismo a otras cosas buenas que de da el verano más allá de la comida:
- La brisa del mar.
- Ponerse moreno.
- Tiempo para leer.
- Música al aire libre.
- Dormir la siesta.
- Ver el atardecer.
- Estar más tiempo con los tuyos.
- Tiempo para desconectar de todo
El verano es una época del año que muchos esperan con entusiasmo, entre otras cosas, por la comida y bebida que suele venir asociada.
Sin embargo, hay muchas más cosas que disfrutar del verano.
Por eso, tal vez el protagonismo que le das a la comida te está impidiendo ver todas las oportunidades que nos da el verano para recargar pilas.
Y es absolutamente normal. El enfoque en la apariencia física, las actividades sociales centradas en la comida y las presiones relacionadas con el cuerpo pueden hacerlo todo mucho más complicado.
Sin embargo, cuando te centras en las rutinas, es más fácil darle espacio a otras cosas en tu día a día.
Otra estrategia que puede venirte bien durante estas semanas para lidiar tu tca en verano es tener un diario de emociones. En él puedes ir reflexionando sobre todo lo que te ronda la cabeza, cómo te has sentido, tus logros y también tus caídas.
Puedes escribir por la noche, o en el momento que elijas. En él puedes plasmar lo que te ha desbordado, las sensaciones que has sentido, todo lo que ha ocurrido.
Este ejercicio es muy útil para apaciguar tus emociones. De hecho, te lo recomiendo hacer durante todo el año como forma de autorregulación.
Además de la planificación y la escritura terapéutica, otros consejos que puedo darte para sobrellevar el verano con un trastorno de alimentación son:
Apóyate en tu red:
Buscar apoyo es fundamental en cualquier momento de tu vida, pero especialmente cuando te enfrentas a un trastorno de alimentación. Comunícate con tus seres queridos y amigos de confianza sobre tus desafíos y necesidades. Ellos pueden darte apoyo emocional y ayudarte a mantener un enfoque positivo durante el verano.
Establece límites saludables:
El verano a menudo está lleno de eventos sociales que giran en torno a la comida, como barbacoas, fiestas en la playa o reuniones familiares. Establece límites saludables para ti. Puedes considerar planificar actividades no centradas en la comida, como actividades al aire libre o participar en actividades artísticas.
Enfócate en actividades placenteras:
Busca actividades que te den alegría y satisfacción personal. Por ejemplo, leer, escribir, pintar o escuchar música. Estas actividades pueden ayudarte a distraerte de los pensamientos negativos.
Practica la autorreflexión:
Aprovecha el tiempo de verano para reflexionar sobre tus metas y valores personales. ¿Qué es lo más importante para ti más allá de tu apariencia física? ¿Qué cambios te gustaría hacer de cara al curso que viene? Utiliza esta temporada para profundizar en tu proceso de reflexión y crecimiento personal.
Cuida tu salud emocional:
E incluso considera buscar la ayuda de un profesional si ves que la situación te desborda. De verdad, no tienes por qué hacerlo tú solo o sola.
Evita las comparaciones:
Es fácil caer en la trampa de compararse con los demás, especialmente en una época del año. Recuerda que las apariencias pueden ser engañosas, y que cada persona tiene su propio camino hacia la salud y la felicidad.
Mi recomendación es que te enfoques en ti, en tu proceso y en tus propios logros, por muy pequeños que sean, en lugar de compararte con los demás.
Y sí, por si lo necesitabas leer: mereces disfrutar de todas las actividades y experiencias que el verano tiene para ti. Si necesitas ayuda para encontrarte mejor, puedes contar con nosotros.
¡Feliz Verano!
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