Era consciente de que mi problema con la comida venia por mi ansiedad y sabía que tenía que cambiar algo en mí, pero no sabía el qué. Siempre he estado bien asesorada por los endocrinos de renombre, salía súper contenta con mi dieta, pero al final volvía a la comida con la misma ansia. Todo eso me generaba angustia y decepción. Tenía que cambiar y mejorar algo en mí, pero no tenía ni idea de cómo hacerlo ni a quién acudir. Me desmotivaba y me avergonzaba. Fue cuando de casualidad leí en fb un artículo sobre el trastorno por atracón y el hambre emocional, mi cabeza hizo click. Me puse a buscar psicólogos especializados para que me ayudaran de verdad con la dieta.  Lo que más me gustó fue entender cómo conectar con las necesidades de mi mente y de mi cuerpo para no acudir a la comida como única vía de escape, estaba totalmente desconectada de mí misma y siempre pendiente de los demás. Ahora conozco la raíz de mi inseguridad y cómo la comida me ha refugiado de muchas cosas. Me siento más segura y menos perdida.

La sesión de valoración con Silvia supuso un punto de inflexión en mi historial de consultas con profesionales y métodos de adelgazamiento. La verdad que acudí muy reacia y con poca esperanza, pero consiguió romper muchos de mis esquemas. Silvia conoce muy bien el mundo de las personas con obesidad, así que fue capaz de dar respuesta a todas mis inquietudes. Tiene el arte de intervenir en tu mente sin que te des cuenta, haciéndote sentir confiada y motivada para seguir adelante.

Pasar por el programa de Psicología y Alimentación me ha servido para darme cuenta de lo que realmente llevo haciendo más de 10 años. He entendido porqué acudía a la comida de manera tan ansiosa y desconsolada, no era consciente, solo me culpaba. Me ha ayudado a poder predecir y anticipar mis atracones, esto me ha aliviado mucho. El camino que me queda es largo aún, pero ahora siento mucha claridad interna, y veo la dirección que debo tomar para dar los siguientes pasos. Ya no tengo atracones ni me machaco con la comida, siento un alivio inmenso, ahora me toca trabajar mi paciencia y aceptar que la bajada de peso debe ser progresiva y sin prisa.

Gracias al paso que di comenzando este programa de psiconutrición, estoy mejorando cada día. Lo que más valoro es la acogida y comprensión de Silvia y sus compañeras, cuando tengo sesiones en las que siento que no he alcanzado los objetivos no hay malas palabras ni reproches: todo lo contrario, encuentras empatía y todo se analiza para generar nuevas estrategias, siempre con profesionalidad, afecto y adaptándose a ti.  Son accesibles y siempre están ahí, eso supone un gran pilar para continuar con fuerza. Si tienes cualquier duda o necesitas algo siempre están a un email de distancia o una llamada.

Me encantan las terapias alternativas y he ido a muchos grupos de desarrollo personal, me apasionan. He trabajado muchas cuestiones de mi persona, sin embardo nunca saqué mi problema con la comida, no sé si por vergüenza o porque no le daba importancia. Es con este equipo cuando me decido a abrirme y tratar mi compulsión con la comida, me sentía adicta pero no me lo podía confesar ni a mi misma. Ojalá hubiera descubierto este tipo de especialidad antes, sabía que había psicólogos que trataban la anorexia y la bulimia, sin embargo, la hiperfagia y los atracones lo desconocía completamente. Espero que la sociedad de consumo en la que estamos deje de aprovechar la obesidad para vendernos dietas y productos y nos ofrezca más terapias serias y especializadas como esta. Mil gracias.

Hacía mucho tiempo que no me encontraba con tantas ganas de hacer una dieta sana.  Me encontraba perdida cuando quería proponerme un plan. Tenía miles de dietas archivadas, pero ya no me motivaba ninguna porque sabía que iba a acabar en lo mismo. Aún es pronto para hablar de resultados estables en kilos, pero sí que es cierto que con el programa me estoy viendo mucho más enfocada en mí, en mi planificación de comida y ejercicio, en los últimos meses he respondido como nunca, siento que mis energías ahora sí que están enfocadas hacia un mismo objetivo. Creo que gracias a localizar las clavee psicológicas de mis problemas con la comida, ya no pierdo tanto tiempo sufriendo por mi incapacidad o mi falta de fuerza de voluntad y eso lo estoy ganando en saber escuchar mi cuerpo y mis emociones para comer bien.