Sonia, un nombre ficticio de una paciente real que tuve hace poco en consulta, ya con solo 12 años tenía una lista de alimentos que podía comer, y otra mucho más extensa que nunca jamás.
Un control súper estricto que además acompañaba con ejercicio sin medida cada día de la semana dentro de su habitación, según me cuenta, intentando conseguir el “vientre plano que veía en las chicas de las revistas”.
Lo que ella no sabía por aquel entonces era el precio emocional que pagaría sosteniendo durante tantos años ese sistema: un ciclo de autoexigencia, soledad, dolor y compulsión que llevaba en silencio.
En su caso, este ciclo (restricción, ansiedad, atracón) le dejó cicatrices para toda la vida. Cicatrices invisibles a los ojos externos, pero que siempre siguieron ahí con ella, especialmente en esas épocas en las que su cuerpo, como es natural, cambiaba.
Así que no, no solamente te pasa a ti. Muchas veces, engordar no es solo subir algo de peso, es volver a vivir en esa sensación de perder el control, de no ser suficiente, de sentir que nos falta algo para poder ser felices, y volver a sentir que no podemos encajar. Y eso, duele.
¿Por qué tanto miedo a engordar?
El miedo a engordar es más que comprensible cuando llevas casi toda tu vida midiendo tu valor en función de tu cuerpo.
Engordar, en este contexto, supone fracasar, ser rechazada por no ser suficiente, dejar de pertenecer.
En sí, es un miedo que no habla de tallas, sino de heridas mucho más profundas. Heridas que nos hablan del deseo humano y natural de ser aceptados, respetados, amados, y no poder lograrlo por no encajar en un cuerpo, digamos, “normativo”.
Cuando hablamos de este miedo en la recuperación de un TCA, la cosa además se complica. El cuerpo deja de estar sometido a la restricción y empieza a buscar su equilibrio. Y en muchos casos, esto supone aceptar cambios.
Cambios que pueden ser una señal de que estás sanando, sí, pero que pueden sentirse como todo lo contrario.
Por eso, es importantísimo que te mentalices de dos cosas. La primera, que el miedo no es una señal de que estés haciendo nada mal, es parte del proceso. La segunda, que la clave en todo esto es tratarte con autocompasión, y darte el espacio para comprender por qué sientes lo que sientes, antes de caer en el juicio.
Para ello, algunos ejercicios que te pueden venir bien son los siguientes:
- Ponle palabras
¿Qué significa para ti y tu historia engordar? ¿Qué historia hay detrás del miedo que te da hacerlo? ¿Qué consecuencias crees que tendrá?
- Cuestiona tu voz interna
Cada vez que la oigas, pregúntate: ¿esta voz de quién es? ¿Me representa? ¿Qué hay detrás de lo que me está diciendo? ¿Tiene realmente fundamentos sólidos, o solo hay culpa, vergüenza, tristeza…?
- Mira más allá del cuerpo
Recuerda que hay mucho más valioso que encajar en una talla. Comer sin culpa. Salir sin miedo. Poder mirarte al espejo con amor. Dejar que otros miren tu cuerpo sin vergüenza.
Si estás recuperándote de un TCA, el objetivo no es que tu cuerpo se vea de X manera, si no que puedas volver a ser libre.
- Acepta que el cuerpo cambia
Es un hecho que todos los cuerpos del mundo cambian. Sin excepción. Así que no estás fallando porque tu cuerpo cambie, estás simplemente experimentando la vida a través de él.
¿Y si el miedo no se va?
Si después de todo esto estás pensando: “Todo esto está muy bien Silvia y suena muy bonito, pero a mí no me funciona…”, te diré lo siguiente: efectivamente, el miedo a engordar no se supera con afirmaciones positivas, se alivia con compasión, tiempo y acompañamiento.
Y es que aunque pueda parecer una superficialidad para algunas personas, en realidad es un proceso muy profundo que puede llegar a hacer cuestionar quién eres. Por eso, merece ser nombrado y respetado.
Eres mucho más que tu cuerpo. Eres tu historia y tu capacidad para seguir adelante incluso cuando el miedo te intenta paralizar.
Si estas palabras resuenan contigo y quieres empezar a transitar tu proceso desde otro enfoque, podemos acompañarte. Escríbenos para poder ayudarte y enseñarte las herramientas con las que cambiar el foco, para que deje de estar en tu peso, y pase a estar en tu bienestar.
Deja una respuesta