Es curioso, pero las personas que tienen el propósito de adelgazar suelen compartir una serie de creencias que se repiten comúnmente.
De hecho, lo llevo viendo durante mis más de 10 años de experiencia como psicóloga experta en psiconutrición, y creo que lo seguiré viendo.
Pero tú has llegado a este artículo hoy, y en él me gustaría compartir contigo cuáles son para que puedas desprenderte de ellas y dejen de sabotear tu intento de perder peso.
Dicho esto, ¡vamos allá!
Creencias que te sabotean tu propósito de adelgazar
Sabemos de sobra que el propósito de adelgazar es sin duda uno de los más recurrentes.
Llega el comienzo de año, o el final de las vacaciones, o el lunes y con él una nueva semana, y es fácil dejarse llevar por los deseos de “una vida diferente”.
Y es que tienes tan interiorizada la idea de que necesitas adelgazar, que posiblemente ni te has parado a pensar qué es lo que hay detrás. Y sí, te adelanto que detrás de esa idea puede haber mucha oscuridad.
Por eso me parece tan importante que antes de comenzar cualquier proceso de adelgazamiento se empiece trabajando la mente. Esto es lo que nos va a permitir seguir adelante con este proceso de una manera sostenible, realista, y lo más importante: que cuide de tu salud física y mental.
Una base para esto es empezar a poner luz a las creencias que tal vez tienes interiorizadas y que ni sabes que están ahí.
Veamoslas:
Idea 1 – Adelgazar no te hará feliz
Seguramente visualices lo feliz que serías sin esos 20 kg, o poniéndote esos vaqueros ajustados que ahora no te suben de la rodilla, o paseando por la orilla de la playa en verano sin temor a que miren tu cuerpo.
Sin embargo, he de decirte que todo eso no te hará feliz.
La felicidad no tiene nada que ver con tu peso o tu apariencia, y si no me crees, vuelve a este artículo cuando hayas perdido 10kg y dime si eres más feliz entonces.
Posiblemente sientas orgullo de tu progreso, o te pongas contento/a cuando veas el número de la báscula, pero al salir ahí fuera, tu nivel de felicidad será semejante al que tienes ahora.
La buena noticia es que puedes ser feliz desde YA, empezar a trabajar en tu bienestar emocional y mental a la par que trabajas en tu físico, sin necesidad de tener que esperar a llegar a la meta.
Esto te ayudará a permanecer firme en el proceso, a que sea mucho más llevadero, y a disfrutar del camino.
Idea 2 – No puedes tener el tipo de cuerpo que quieras
Puede que tengas en mente un tipo de cuerpo que quieres tener. Tal vez visualizas a alguien que sale por la tele, que has visto por redes sociales o en las típicas revistas de siempre.
Es más, puede que visualices a tu yo del pasado y el cuerpo que tenía entonces.
Pues bien, ese tipo de cuerpo que te encantaría conseguir, tal vez nunca lo puedas tener. Es más, te recomendaría que dejaras de basarte en ese tipo de imágenes.
Y es que tu cuerpo es único, y tiene una serie de cualidades únicas que no las puedes compartir con nadie más, ni siquiera con tu yo de hace 10 años.
Lo único que puedes conseguir es un progreso en comparación con tu yo de HOY, por eso es importante centrarse en uno mismo, agradecer por lo que ahora mismo tienes y enfocarte en avanzar sin comparaciones inútiles.
Eso te cuidará de la frustración, y te hará más fuerte para seguir el proceso.
Idea 3 – Antes de mirar lo que pones en tu plato, mira por qué pones eso en tu plato
Me atrevería a decir que si tienes el propósito de adelgazar, no es la primera vez en tu vida que lo tienes.
¿Me equivoco?
Posiblemente, los intentos anteriores hayan fracasado. O tal vez tuviste resultados satisfactorios, pero con el tiempo los perdiste y volviste al punto de partida.
Esto suele ocurrir porque iniciamos un proceso de pérdida de peso en el sentido contrario.
Nos centramos en lo que ponemos en el plato, o en el tipo de ejercicio que vamos a hacer, sin trabajar antes en nuestro bienestar emocional y mental.
Y como no trabajamos en esta parte interior, cuando la vida se nos complica, porque siempre se nos termina complicando en algo, volvemos a nuestros antiguos patrones, y todo lo conseguido se queda en nada.
Si esta vez quieres adelgazar y quieres que sea definitivo, antes de mirar lo que pones en tu plato, mira por qué pones eso en tu plato.
Idea 4 – Olvídate de hacer dieta
¿Durante cuánto tiempo quieres estar en tu peso deseado? ¿Durante 6 meses, 1 año, o para siempre?
La estabilidad en el peso no puede basarse, como comprenderás, en una dieta temporal. Ha de ser algo viable, sostenible en los próximos años, y que sea llevadero.
Y no, comer lechuga y pepino comida y cena 6 días a la semana no es sostenible.
Mi consejo como psicóloga experta en nutrición es que esta vez te lo plantees de otra forma. En lugar de pensar en qué dieta seguirás ahora, busca la forma de aprender a comer y llevar un estilo de vida activo.
Para esto puede ser muy útil el apoyo de un profesional que te marque las pautas en las que basarte ahora, y que mantener en el futuro.
Te llevarás un aprendizaje para toda la vida, con el que aprenderás a naturalizar las comidas y a interiorizar un estilo de vida que quieras llevar para siempre.
Idea 5 – No te fíes de nada (o casi nada)
Referente con esto último que te contaba, es muy importante que el aprendizaje que te lleves sea un aprendizaje fiable.
Mi consejo a nivel general es que desconfíes de cualquier cosa que te prometa resultados rápidos, fáciles, o haciendo cosas que a ti te resulten de primeras extrañas (seguramente sepas a qué tipo de cosas me refiero).
Si vas a confiarle tu tiempo, energía y dinero a un profesional, asegúrate que su método se base en la ciencia, que cuente con experiencia y que lo que te ofrezca tenga sentido y te de resultados progresivos.
Sé que es tentador apostar por métodos que te prometen los resultados que quieres en un mes en lugar de un año, pero esta decisión terminará saboteando tu propósito de adelgazar.
Idea 6 – Ni todo es blanco, ni todo es negro
En el proceso de pérdida de peso, al igual que en la vida, ni todo es blanco ni todo es negro.
Puedes progresar sin hacerlo todo perfecto. No tienes que abandonar tu propósito porque un día no hayas seguido el plan. O una semana. Siempre puedes volver a retomarlo al día siguiente.
A veces sentimos que tenemos que hacerlo todo de una forma impecable o no cometer ni un solo fallo, y si lo hacemos, lo tiramos todo por la borda.
Lo cierto es que la perfección es imposible, y es muy complicado plantearlo así si lo que pretendemos es hacer un camino a medio y largo plazo.
Así que acepta la imperfección, y no dejes que boicotee tu proyecto de perder peso.
Idea 7 – Esto no es una carrera, es un camino para toda la vida
He dejado la idea más importante para el final, porque quiero que si te tienes que quedar con algo, sea como mínimo con esto: no importa lo lento que vayas, siempre que te mantengas en el camino.
Perder peso no es un plan que se ejecuta una vez en tu vida y ya: es un camino que se recorre para siempre.
Por eso es tan importante trabajar en tu mentalidad primero, mejorando tu relación con la comida y con tu cuerpo, la gestión emocional y los recursos de autorregulación, para después pasar a los hábitos que te acompañarán durante el resto de tu vida.
Si tu propósito es adelgazar, hagamos que esta vez sea la definitiva y que lo hagas a través de un proceso que te guste y te llene de orgullo. En consulta podemos acompañarte.
Espero que este artículo te haya dado luz y te permita ver el proceso desde otra perspectiva.


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