Es posible que si buscas cómo actuar después de un atracón, te esté costando encontrar información.
Mucho se habla de cómo prevenir o tratar esta conducta, pero poco de qué hacer específicamente después del atracón.
Y me consta que sois muchas las personas que no sabéis cómo gestionar esto, especialmente inmediatamente después de que haya ocurrido, y para mí es clave.
Así que en este post quiero hablarte de esto, porque la información es poder, y con información estarás más cerca de encontrarte mejor.
Qué hacer tras un atracón
Pasó el atracón, y ahí estás tú, sin saber cómo lidiar con todo ese remolino de sensaciones.
Además del malestar físico, lidiar con la culpa, la preocupación y la ansiedad no es fácil.
Vamos a ver qué medidas tomar después de un atracón, y la primera es que cambies el chip y seas gentil contigo. No es un fracaso ni una recaída, sino un paso más hacia tu recuperación. Y más, si estás leyendo estas líneas: eso es muy buena señal 🙂
Si has comido gran cantidad de azúcar, sal o grasa, tu cuerpo va a deshidratarse y a hincharse. Así que la primera medida que puedes tomar es hidratarse. Bebe agua, infusiones o frutas con alto contenido en agua.
Ahora bien, es posible que después de un atracón tu mente active automáticamente sus mecanismos de alerta, que depende de la persona, pueden ir en una u otra dirección.
Puede que en tu caso, la inercia sea a “no hacer nada”, tumbarte en el sillón y culparte en bucle por lo que ha pasado. Si detectas esto en ti, mi recomendación es que no permitas que la inercia te arrastre.
Levántate y piensa en algo agradable (y realista) que puedas hacer, como dar un paseo, ir con el perro al parque, ir a un banco y sentarte al sol, llamar a alguien que te alegre el día, ponerte tu disco favorito o un podcast que te interese… Lo que sea para que los pensamientos negativos tras el atracón se diluyan y puedas ver las cosas desde otra perspectiva.
En otros casos, la mente en lugar de “no hacer nada”, se pone a buscar soluciones a toda velocidad y se dan conductas compensatorias: buscar una nueva dieta (seguramente, bastante restrictiva), hacer ejercicio en exceso, saltarse comidas, usar métodos de purga y un largo etcétera.
Mi recomendación si esto pasa es que huyas de este tipo de tentaciones, más que nada porque no son la respuesta que necesitas.
Puede que saltarte comidas te parezca la solución más accesible y lógica, pero estoy casi segura que no comer y vivir en restricción constante te produce ansiedad (a ti, y a todo el mundo) y, ¿para qué querrías llenarte de ansiedad si quieres evitar volver a pasar por un atracón?
Es más, probablemente a estas alturas en el fondo ya lo sepas de sobra. Los antojos aparecen más fuertemente cuando te privas de la comida, así que esta no es la mejor solución que digamos.
¿Qué hacer entonces? Al igual que en el caso de la parálisis y el no hacer nada, busca como primer recurso una actividad que te distraiga y te agrade.
Si inmediatamente después del atracón logras relajarte y hacer algo que te guste, los pensamientos que te llevan a conductas autodestructivas serán más fáciles de gestionar.
El atracón ya sucedió, y lo que pasó pasó. Ahora, lo más inteligente no es tratar de contrarrestar sin cabeza el último atracón, sino ser proactivo y buscar la forma de que no vuelva a ocurrir.
Pero desde luego, inmediatamente después del atracón no vas a ver las cosas claras, así que estas pautas pueden resultar útiles durante las primeras horas, y luego sí encontrar la forma de salir de ahí.
Cómo tratar el trastorno por atracón
En mayor o menor medida, todas las personas han podido experimentar un descontrol transitorio en su forma de comer, pero esto no tiene por qué convertirse en un problema si es algo puntual.
Oficialmente, para que una persona sea diagnosticada de trastorno de atracción, debe producirse uno al menos una vez a la semana, durante un período de tres meses o más, pero si tú sientes que tus atracones son frecuentes, consulta con un profesional.
Atracarse de comida no es una situación normal, ni saludable. Y no hace falta esperar a que sea un problema insostenible para pedir ayuda.
Durante un episodio de atracón, la persona puede llegar a comer el doble o el triple de alimentos que necesita en un día. Y por supuesto, no solo tiene impacto en el plano físico, también en el ámbito psicológico.
Es más, después de la ingesta descontrolada, llega la culpabilidad, la inseguridad, y las ganas de arreglar la situación sea como sea.
Aunque sin ayuda, es probable que esas ganas de arreglar la situación se queden solo en eso, en ganas.
Pero tengo una buena noticia: se estima que con el tratamiento apropiado el 80% de las personas supera el problema, y el 20% experimenta mejoras significativas.
Así que si tú estás padeciendo trastorno por atracón, lo ideal es que logres ver la situación desde un ángulo constructivo, y no destructivo. Y para esto, muchas veces necesitamos el apoyo de alguien.
Lo que está ocurriendo en tu vida no tiene por qué convertirse en una prisión, ni mucho menos está todo perdido: esto que te está pasando puede ser un aprendizaje y una lección para construir una nueva versión de ti.
Una versión que tenga una relación sana con la comida, que tenga los recursos con los que autogestionarse emocionalmente (para que el alimento no sea tu anestesia), y para cambiar los patrones disfuncionales de pensamientos que desencadenan o mantienen ese problema con la comida.
Si quieres que te ayudemos, en nuestra consulta podemos hacerlo. Además de terapia psicológica especializada, contamos con endocrinos y entrenadores personales que pueden darte una pauta personalizada para que la pongas en práctica. Aquí te contamos más sobre cómo trabajamos.
Tenemos consulta especializada en trastorno por atracón y TCA en Madrid y también online, y nuestra metodología tiene como objetivo ayudarte a comprender la naturaleza del problema, y poner cartas en el asunto mientras un equipo profesional te apoya en el proceso.
Recuerda que tener un atracón no es el fin del mundo, siempre nos queda la opción de transformarlo en un punto de partida.
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